La investigación actual implica a la suplementación prebiótica y probiótica como una herramienta potencial para mejorar la sintomatología en las dolencias físicas y mentales, lo que la convierte en un concepto atractivo tanto para los médicos como para los consumidores. Un nuevo estudio ha observado que consumir diariamente una dosis de prebióticos mejoró el bienestar mental al reducir los niveles de ansiedad.
Además, tenían una mejor salud intestinal, señalan los investigadores de la Universidad de Surrey, en Reino Unido, quienes estudiaron si el consumo diario de un suplemento alimenticio prebiótico podría mejorar el bienestar general en un grupo de 18 a 25 años. El artículo, publicado en la revista Scientific Reports, estudió sus efectos en un grupo de 64 mujeres participantes sanas sin diagnósticos clínicos actuales o previos de ansiedad.
Los participantes recibieron una dosis diaria de galactooligosacáridos prebióticos (GOS) o un placebo durante 28 días. Todos los involucrados en el ensayo completaron encuestas sobre sus experiencias de salud, incluido el estado de ánimo, la ansiedad y la calidad del sueño, y proporcionaron una muestra de heces para el análisis de secuenciación del microbioma intestinal.
“Esta nueva investigación marca un importante paso adelante en el sentido de que pudimos demostrar que podemos usar un complemento alimenticio simple y seguro como los prebióticos para mejorar tanto la abundancia de bacterias intestinales beneficiosas en el intestino como para mejorar la salud mental y el bienestar de las mujeres jóvenes”, señala la Kathrin Cohen Kadosh, lectora de neurociencia cognitiva del desarrollo en la Universidad de Surrey y directora del Laboratorio de Desarrollo y Cerebro Social.
En el mismo sentido, el doctor Nicola Johnstone, investigador de la Universidad de Surrey, ha señalado que “este es un estudio emocionante que reúne diferentes dimensiones en la investigación de salud mental; encontrar efectos prebióticos en un grupo subclínico es prometedor para la investigación clínica traslacional sobre múltiples marcadores de salud mental”.
Podemos usar un complemento alimenticio como los prebióticos para mejorar tanto la abundancia de bacterias beneficiosas en el intestino como la salud mental.
En el estudio, los investigadores recuerdan que la microbiota intestinal se ha convertido en un actor importante en nuestros esfuerzos por comprender los factores que influyen en la función y el comportamiento del cerebro. El intestino y el cerebro están íntimamente conectados a través del eje intestino-cerebro, que implica la comunicación bidireccional a través de vías neurales, endocrinas e inmunitarias.
También hay sugerencias de que una reducción significativa en la diversidad microbiana, o un mayor número de microbios patógenos, afecta las relaciones cerebro-conducta y puede conducir a anomalías psicológicas que subyacen a la enfermedad mental. Hasta la fecha, los estudios en humanos se han centrado en caracterizar poblaciones de microbios tanto en salud como en enfermedad.
¿Cómo comprar un buen suplemento prebiótico / probiótico?
Para comprar un suplemento alimenticio de este tipo se debe tener en cuenta lo siguiente:
Tipo: los prebióticos que más beneficios tienen para mantener la integridad de la mucosa del colon y promover un desarrollo de la flora bacteriana normal son los fructooligosacáridos (FOS), los galactooligosacáridos (GOS), la inulina, la pectina, los oligosacáridos de la soja y la fibra de avena. En el caso de los probióticos, si se desea equilibrar la flora intestinal y aumentar las defensas, se puede optar por una mezcla de diversas cepas de bacterias.
Dosis: para que los prebióticos logren tener un efecto beneficioso, se debe ingerir en dosis de 10 a 12 gramos por día. En el caso de los probióticos, cada ración debe aportar como mínimo de 100 a 1.000 millones de UFC (unidades formadoras de colonias).
Forma de presentación: estos suplementos se toman en forma de cápsulas y comprimidos. La mejor opción es un simbiótico que proporcionan tanto prebióticos como probióticos. Por ejemplo, la inulina (prebiótico) se puede consumir en polvo, disuelta en agua o zumos.
Información nutricional: la etiqueta de un prebiótico, probiótico o simbiótico debe brindar más información que los ingredientes y la dosis. En el caso de los probióticos, se debe especificar el género, la especie y la cepa. Además, se debe detallar el número de UFC por ración, la vida útil del suplemento y las recomendaciones para el almacenamiento.
Para veganos: estos suplementos alimenticios suelen ser aptos para veganos, ya que sus ingredientes son de origen vegetal o sintético. Rara vez se utiliza algún compuesto proveniente del reino animal. Al consumir cápsulas, es importante verificar en la etiqueta que el material de las mismas sea hidroxipropilmetilcelulosa (celulosa vegetal).
Fuente: EL TIEMPO, EUROPA PRESS, REDACCIÓN DOMINGO